Carcinoma ductal invasivo con 3 tumores y un ganglio linfático positivo. Mastectomía radical bilateral con reconstrucción con colgajo TRAM, quimioterapia, radiación, histerectomía radical/ capsulitis adhesiva bilateral grave y linfedema.

Un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad y un optimista ve la oportunidad en cada dificultad.

A Carolyn Newman le diagnosticaron un cáncer de mama en estadio tres en mayo de 2006. Después de 6 meses de quimioterapia, mastectomía radical bilateral con reconstrucción, radiación y una histerectomía, Carolyn ya no tiene cáncer. 

Es oradora motivadora y una poderosa defensora de la capacidad personal antes, durante y después de la enfermedad. Aprendió a valerse de su coraje y de su fe y a dar el todo por el todo, a ser lo mejor que pudiera ser… a ser una Cancer Warrior (guerrera contra el cáncer).

Su creencia en la capacidad de sanarse con su mente y su determinación a vivir en el presente han impulsado a Carolyn a llevar una vida plena y grandiosa.

Ella y su marido, Steve, que es optómetra holístico y nutricionista certificado, batallan todos los días contra el enemigo con dieta, nutrición, ejercicios, espiritualidad y una gran cantidad de
familiares y amigos.

Carolyn dejó de ejercer su profesión de 22 años justo antes de su diagnóstico. Ahora dedica la mayor parte de su tiempo a sus 2 hijos, la sanación espiritual y física, a dar charlas a grandes grupos sobre la reducción de riesgos y la prevención de enfermedades y a asesorar a mujeres que han recibido un diagnóstico reciente de cáncer de mama.

Carolyn es presidente de Warrior Wear, Inc., una compañía dedicada a ayudar a mujeres con
linfedema. Su producto, Arm Candy, se vende en todo el mundo y está disponible en infinidad de sitios Web y en boutiques de todo Estados Unidos.

Carolyn ha hecho presentaciones en radio y programas de televisión y también ha aparecido en revistas a nivel local y nacional por su trabajo con las pacientes de cáncer de mama, su actitud
guerrera y, por supuesto, por su compañía Warrior Wear, Inc.

“Esta enfermedad me causó dolor y me dio esperanzas. Me iluminó”, dijo Carolyn. Virginia Woolf llamaba a estas pequeñas epifanías “momentos de ser”, cuando un shock corre la opaca cortina
de la existencia diaria y hecha un súbito rayo de luz que nos muestra la verdad de nuestra vida.

 

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